El conjunto franjiverde busca la primera victoria del curso frente a un Albacete que quiere prolongar su buen inicio de campaña.

Será la segunda oportunidad para los hombres de Eder Sarabia para contentar a una afición
peleada con la entidad. Una victoria se antojaría fundamental para alejar a los fantasmas
de la temporada pasada y cortar así la racha negativa de derrotas que el equipo arrastra
desde el 20 de abril.

El Carlos Belmonte es el escenario, el Albacete, por tanto, el rival. Un estadio y un
oponente prolíficos para el cuadro franjiverde. El equipo se ha desplazado a dominios
del Queso Mecánico en catorce ocasiones en lo que va de siglo para un choque liguero. Solo tres derrotas, siendo la más reciente en 2015. Las estadísticas están del lado del
Elche. En total 61 enfrentamientos entre ambos. 21 victorias para los manchegos, 11
empates y 29 triunfos para los ilicitanos.

El Albacete está de dulce después de remontarle en su propia casa un 1-0 a un recién
descendido y claro candidato al ascenso como lo es el Granada. Ahora en casa y ante un
Elche inestable, busca su segunda victoria consecutiva.

Ambos equipos se han reforzado esta última semana. En el caso de los locales, Lazo y
Lalo Aguilar son las nuevas altas. El primero llegó incluso a ser solicitado por la afición para el Elche y se espera que tenga minutos en el encuentro.

Por parte del Elche, Bambo Diaby, el central que aterrizó en la ciudad el jueves. Su titularidad es casi imposible, pero de ser así pondría en gran duda la confianza de Sarabia en los Barzic
y Mario Gaspar, los centrales que jugaron ante el Huesca. Agustín Álvarez entrará en la
convocatoria, como aseguró el míster en rueda de prensa el jueves, aunque se descarta
prácticamente por completo que juegue de inicio.

La premisa del partido parece clara. El Albacete es un equipo que sabe sufrir, ya lo
demostró la semana pasada. El Elche, por el contrario, uno al que le gusta tener el balón.
A priori, se presenta el mismo guión que contra el Huesca. Se verá si la dura derrota de
hace siete días ha servido para verle las orejas al lobo ante una misma situación.

El mercado se acaba y las piezas del puzzle se agotan. Aún con la exigencia de un pivote,
un extremo y otro delantero, el Elche busca reafirmar su candidatura de equipo que
quiere pelear por estar arriba.